Carta al Pueblo...
Paseando por la red he encontrado esta carta de un boliviano de La Paz, al parecer, dirigida al pueblo. Espero sus comentarios.
Pueblo:
“Hasta aquí hemos soportado un encierro en el seno mismo de nuestra tierra…”. De una forma parecida comienza la declarativa de la Junta Tuitiva que hoy vuelve a estar vigente y además adquiere un matiz de impresionante realismo, por la situación que está atravesando la ciudad de La Paz. La población de esta ciudad está cansada, realmente harta de ser la víctima de nuestros vecinos, las marchas no hacen nada más que perjudicar a la población y estas marchas para los políticos no significan absolutamente nada. Que pensarían y harían los hermanos alteños si la población de la ciudad de La Paz se dirige uno de estos días hacia el Alto y nos ponemos a quemar sus puestos de venta de las personas que no los cierren por el sólo hecho de estar nosotros ahí, a tirar piedras a cualquier ventana que esté cerca, a pintar cualquier pared que tenga un espacio en blanco, a destrozar cualquier automóvil que se atreva a cruzarse en nuestro camino, a amenazarlos si no hacen una u otra cosa, a no dejarles abastecerse con alimentos y agua, a amenazarles con cortarles el agua y la energía eléctrica, a asustar a sus niños. Seguramente que no les haría mucha gracia. Pues a nosotros tampoco nos hace ninguna gracia que vengan a hacer todo eso a nuestra ciudad. Si la población de la ciudad del Alto quiere marchar y protestar, tiene todo el derecho de hacerlo, pues la Constitución otorga ese derecho; pero también la misma Constitución Política del Estado Boliviano, nos brinda las garantías para circular libremente por nuestro país, derecho, que El Alto nos está coartando. No conformes con eso, nos tienen en calidad de rehenes, dentro de nuestra propia ciudad, pues no podemos ni salir de nuestras casas, porque estamos continuamente amedrentados por los marchistas y los sectores movilizados, estamos viviendo un caos del que ni siquiera somos protagonistas, sino meras víctimas. No se dan cuenta que no están peleando con un enemigo, sino que están protestando y la protesta no se la hace perjudicando a toda una ciudad, los políticos se ríen en su cara, pues ellos están felices y abastecidos con todo lo necesario, los que sufrimos somos nosotros, el pueblo, aquel, que estos individuos dicen representar, pues, bonita manera de representarlos, matándolos de hambre y poniéndolos en un estado de pánico. Sepan que están luchando contra el mismo bando al que dicen representar: el pueblo.
Nosotros somos el pueblo y nos pronunciamos abiertamente contra estas personas, queremos trabajar, caminar tranquilos por nuestra ciudad, queremos que nuestros hijos tengan una ciudad que puedan querer y cuidar, no este montón de piedras, vidrios rotos y ceniza que ahora es La Paz por culpa de los marchistas alteños.
Las causas de lucha son también nuestras, peleamos por lo mismo, pero lo queremos hacer en una mesa de diálogo, no martirizando a toda una ciudad. La nacionalización de las reservas hidrocarburíferas de Bolivia, ya se hizo fácticamente, por favor dense cuenta que este es un Gobierno de transición, no es un Gobierno elegido y no puede ni debe hacer nada.
Pensemos un poco, si podemos hacerlo, después de tener tanto gas lacrimógeno en el cerebro, ¿Será posible que un Gobierno sea elegido en las próximas elecciones si no ofrece la nacionalización de las reservas hidrocarburíferas, Asamblea Constituyente o Referéndum por las Autonomías?, después de todo lo pasado, este hecho es virtualmente imposible. No vamos a surgir como país matándonos y bloqueándonos entre nosotros, sino hablando, eso sí, debemos ser mucho más inteligentes para elegir a nuestros próximos gobernantes, ya que nos equivocamos mucho en ese aspecto. Déjennos en paz, queremos trabajar, si quieren ir a romper vidrios destrozar autos y quemar cosas, háganlo en su ciudad, o mejor en su propia casa o mejor aún en la casa de su madre.”
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